¡Hola de nuevo chic@s!
En la entrada de hoy voy a intentar llevar a cabo un pequeño análisis de los puntos fuertes y débiles de la educación en Castilla y León. Para ello voy a centrarme en una noticia en la que se habla de la presentación del nuevo curso escolar realizada por Fernando Rey, consejero de Educación de Castilla y León, publicada en el periódico el Norte de Castilla a la que podéis acceder pinchando AQUÍ y la noticia “El modelo de Castilla y León consolida un rendimiento escolar similar al de Finlandia”.
En primer lugar, mencionar algo que ya todos sabréis y es que Castilla y León es la comunidad autónoma que mejores resultados ha obtenido en el Informe Pisa 2015, lo que ha situado a esta región a la altura de los 15 mejores países evaluados por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Encontrándose en la disciplina de Lectura al nivel de Finlandia y en mejores posiciones que Estonia, siendo éste el país de la Unión Europea que más altos resultados obtiene. En Matemáticas nuestra Comunidad Autónoma supera a Alemania y en Ciencias se encuentra a la altura de China. Dicho informe llega a afirmar que Castilla y León se encuentra un curso y medio por delante de Andalucía, que es la región que peores resultados ha obtenido en este estudio.
¿Por qué existe este desequilibrio entre comunidades autónomas de un mismo país? y, ¿Cuáles son los aspectos fuertes de la educación en Castilla y León?
Desde mi punto de vista uno de los puntos fuertes o ventajas que presenta la educación en Castilla y León es que existen multitud de centros con clases con un número reducido de alumnos lo que permite al profesorado ofrecer una atención más individualizada. Aunque esto puede convertirse en un punto débil de la educación de Castilla y León ya que como Fernando Rey expuso en la presentación del nuevo curso escolar se han cerrado 4 centros en el último año (2017) y otros 14 centros están en la cuerda floja por no alcanzar el número mínimo de alumnos necesarios para continuar con las clases.
Otro de los aspectos que es posible que diferencie a Castilla y León en el ámbito de la educación del resto de comunidades autónomas es la implicación de los padres. En el sentido de que muchos de los estudiantes de esta comunidad procedemos de familias obreras dedicadas a la agricultura, la ganadería, la albañilería… que buscan y se esfuerzan en que sus hijos tengan estudios. Y no solo esto, sino que también aquellos que procedemos de pueblos vemos la educación y el estudio como una meta para encontrar un futuro laboral más allá del pueblo al que pertenecemos.
También influye positivamente que el grado de exigencia a los profesores en Castilla y León para poder obtener un puesto en la educación pública es más alto que en otras comunidades autónomas, lo que hace que sea más difícil sacarse una oposición. Es cierto que los exámenes son los mismos pero varía el nivel de exigencia del tribunal, incluso Fernando Rey ha llegado a afirmar que “en algunos procesos selectivos de oposiciones se han dejado plazas sin cubrir porque el tribunal ha considerado que los aspirantes no daban la talla”. Por lo que podemos deducir que los puestos de trabajo en la educación pública están formados por personas más cualificadas o con mayores capacidades.
Otra de las ventajas que presenta la educación castellano-leonesa y que también podemos ver en la noticia de Fernando Rey, es que se realizan actividades de apoyo en aquellos centros que presentan las notas más bajas en las pruebas de evaluación, y gracias a esto Castilla y León lucha por no dejar a nadie atrás en el proceso de aprendizaje.
Finalmente añadir que aunque destaquemos en educación en relación a otras comunidades autónomas todavía queda mucho por hacer y que debemos de seguir luchando por mantener aquellos pequeños centros de las zonas rurales que se ven perjudicados por el número reducido de alumnos.
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